JPIC CONFAR adhiere a esta declaración con mucha preocupación por la desaparición de Santiago Maldonado en estado de derecho y en apoyo a la causa del Pueblo Mapuche. Esto es inaceptable y va contra todos los principios que profesamos como cristian@s y como ciudadan@s que hemos luchado por la democracia y por la verdad. Habíamos dicho NUNCA MÁS y no podemos dar un paso atrás.
Otro desaparecido en Democracia ¡El Estado es responsable!
ANTONIO MARIA CLARET·MARTES, 8 DE AGOSTO DE 2017
¿Dónde está tu hermano? ¿Qué has hecho con él? Clama la sangre de tu hermano y su grito me llega desde la tierra. (Cfr. Génesis 4, 9-10)
Desde el martes 1° de agosto de 2017, en la Argentina de la Democracia, el joven Santiago Maldonado está desaparecido.
Organismos de Derechos Humanos y Organizaciones Sociales están exigiendo su inmediata aparición con vida. Nuestra institución eclesial aún no se ha pronunciado públicamente desde ningún sector. La actuación de buena parte de la Iglesia respecto de los desaparecidos no es demasiado alentadora. Nosotrxs no queremos quedar solamente renegando de aquél pasado, sino construyendo otro presente como cristianxs católicxs.
Por eso, desde el Área de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JUPIC) de los Misioneros Claretianos en Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay decimos:
– Exigimos al Estado la inmediata aparición con vida de Santiago Maldonado.
– Nos unimos a los Organismos de Derechos Humanos y a referentes de esta lucha, responsabilizando al Ministerio de Seguridad y a la Gendarmería Nacional por su desaparición.
– Repudiamos el accionar de los Medios Hegemónicos de Comunicación, que en estos días invaden corazones y conciencias con el remanido recurso de presentar como violentos e invasores a quienes padecen la violencia y la invasión. De un día para otro, un grupo conocido como RAM (Resistencia Ancestral Mapuche) es presentado de manera muy similar a aquél “enemigo interno” que habilitó en el pasado las oscuridades más deleznables.
– Los reclamos del pueblo mapuche son variados en su forma y metodología, pero tienen una raíz justa, que intencionadamente se oculta o se presenta como un reclamo extemporáneo o financiado por agencias internacionales. Nosotros creemos, en cambio, que todos los pueblos originarios de nuestra América sufrieron violencia y despojo. El pueblo mapuche, durante el genocidio conocido como “Conquista del Desierto”, fue víctima de una brutalidad extrema, reflejada en numerosas crónicas de los mismos opresores. Hoy, esa conquista continúa por otros medios (desalojos, instalación de mega emprendimientos extranjeros y extranjerizantes, criminalización de la protesta, etc.) y el debate abierto es: ¿estaremos del lado de la Ñuke Mapu, fuente de la vida, o titubearemos otra vez ante el discurso del progreso y la productividad?
– La historia personal de Santiago y cómo llegó a estar en ese lugar, en solidaridad con el Lof Cushamen, tampoco hace parte de la información necesaria para reclamar su aparición inmediata y con vida. Santiago es un hermano: Dios nos pone a todos y todas en esa condición. No necesitamos más que eso para gritar por su presencia.
Sentimos estupor, indignación y perplejidad. Pero también nos llamamos a la oración y la organización. Con nuestras lámparas encendidas (Mt 25, 4), aquí estaremos en alerta permanente.
JUPIC – Misioneros Claretianos San José del Sur (Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay)
