La jornada de JPIC del día 4/11 en la Sede de CONFAR tuvo como eje central una profunda comunión bajo el recorrido del ver-juzgar-actuar-celebrar abordando algunas realidades de las regiones presentes.
La mañana especialmente dedicada a la espiritualidad y la oración que permitió también conectarnos con el creador, su creación; para luego escuchar los gritos de nuestra gente. Así pensar cómo articularnos como regiones para estar presentes allí donde nos necesitan con nuestra voz, con acciones concretas.
Por la tarde un espacio de dedicado a que los impulsores del proyecto Cuidadores de la Casa Común puedan compartir lo que vienen desarrollando en diferentes provincias para tener presente como un recurso novedoso en sintonía con una conversión ecológica integral, de alto compromiso social.
El cierre se dio en la plaza Congreso, cercana a la sede de la Confar, donde un grupo de comunidades originarias del NOA instaló un acampe para visibilizar la lucha de pedido de prórroga a la Ley 26.160 de tierras.
Ese gesto concreto de ir hacia el lugar donde la gente pide justicia, fue un signo de esa comunión hecha cercanía que desde la mañana se vivió en la jornada.
Personalmente como laica consagrada (focolarina) invitada por los referentes de la región Patagonia, por mi vinculación con la Pastoral social de la Diócesis de Comodoro Rivadavia, fue una ocasión especial para conocer lo que se viene desarrollando en el país, la importancia también de ofrecer nuestros aportes como región sur.
Un espacio de verdadera fraternidad donde la diversidad es riqueza y compone la belleza de la unidad-comunión.
