Del 24 al 27 de octubre, en la casa retiro de los Hermanos Redentoristas en Villa Allende- Córdoba, bajo el lema “CON LAS MUJERES DEL ALBA, SURCAMOS LA NOCHE, HUMANIZANDO LAS ESTRUCTURAS PARA SER MÁS HERMANOS Y HERMANAS”, caminamos un grupo de 33 hermanos\as de diferentes congregaciones
para reflexionar, compartir y discernir la implicancia de los procesos formativos, tanto desde la Pastoral Juvenil vocacional, inicial y permanente.
Estuvo acompañado por el Padre Martín Fassi (obispo de la Diócesis de San Martín. Bs As) y la Lic. Maite Arriola. Nos ayudaron en tres rondas de reflexión a mirarnos con las expresiones: “surcamos la noche” mirando los problemas y dificultades en las dinámicas formativas; “humanizando las estructuras” atendiendo a las tensiones que vivimos en nuestras instituciones; y “ser más hermanos y hermanas” pensándonos como comunidades formativas.
También nos acompañó el Padre Miguel Ángel Lopez, quien a través de diferentes rondas bíblica, nos animó a pensar el proceso formativo como un “Proceso teologal de la mano de María de Nazareth, Mujer, Creyente, Madre, Discípula. Lc. 1- 2;hechos 2,13 14, para luego profundizar la vida y estructuras comunitarias como un proceso de transformación desde el icono de Betania Juan 11,1-44;12,1-3.
Entre algunas expresiones que nos dejó el encuentro podemos mencionar:
“Escriban su vida con gestos que forma más que las palabras”
Me resuena la diferencia entre amar y querer. Quiero querer lo que Jesús quiere para mí y para mi Comunidad.
Clave vocacional: Jesús pasa, te mira, te quiere y te llama.
El amor del verbo querer, no tiene precio.
Cuando entro a una comunidad es para aprender a morir de amor.
Ante el enigma de la vida, tomar decisiones, ponerse en camino, desde la fe
Entrar a una comunidad para aprender a morir de amor, querer no es lo mismo que amar…
Levantarse, ponerse en camino, siempre resucitando..
Levantarse, caminar y resucitar.
A continuación compartimos un breve video que recoge el espíritu de lo vivido:
