Lo que hemos visto y oído: humillación a la comunidad Qom

Espera inútil en la Casa Rosada. Cuatro horas y media haciéndoles creer que alguien los iba a recibir o al menos recibir la carta en mesa de entrada. No los recibieron.

Con cariño, dolor y esperanza queremos contemplar juntas y juntos las huellas transidas y transitadas de los hermanos QOM en búsqueda de la escucha de aquellos que pueden y deben hacer justicia con los pueblos originarios.

Queremos también compartir lo “que hemos visto y oído”. “Hemos sido testigos del maltrato, la mentira y al mismo tiempo del coraje y la sabiduría”.

Varios hermanos/as religiosos/as con alegría y compromiso acompañamos la lucha de los pueblos originarios en diferentes rincones del país.

Estos pueblos con mucho esfuerzo han podido gestar y parir la 1º Cumbre de los pueblos Originarios, en casa Nazaret, de los Misioneros Pasionistas, del 27 al 29 de mayo. Se encontraron 25 naciones indígenas de 17 provincias.Más de 80 líderes estuvieron dialogando, buscando, discutiendo su pasado, presente y futuro. Lograron consensuar la Declaración de la Cumbre de los Pueblos Indígenas y decidieron entregarla a la Casa Rosada.

El viernes 29 de mayo algunos miembros de la Junta Nacional de Religiosos estuvimos acompañando la marcha desde el acampe iniciado por los Qom (llevan cuatro meses sosteniéndolo en Av. de mayo y Av. 9 de julio, junto con los Wichi, Nivaclé y Pilagá) hasta la Casa de Gobierno, como había pedido la Asamblea Nacional de Religiosas/os de Argentina reunida a mediados de mayo pasado.

A las 11:00 hs. llegamos a la puerta de Casa de Gobierno. Durante 4 horas y media nos estuvieron mintiendo, haciéndonos creer que alguien nos iba a recibir o al menos recibir la carta en mesa de entrada. No nos recibieron. Una actitud que se viene repitiendo desde hace muchos años.

Como dice Adolfo Pérez Esquivel, en su Carta del 29 de mayo: Derechos de los Pueblos Originarios: ¿Realidad o el cuento K de nunca acabar?

“Los Pueblos Originarios en el país llevan largos años de lucha para preservar sus culturas e identidades y evitar ser ocupados y/o desplazados de sus territorios en función de empresas que buscan explotar sus bienes y recursos naturales. Durante años enviaron cartas y pedidos a las autoridades nacionales y provinciales solicitando reuniones para resolver los problemas planteados, y hasta el día de hoy no hay respuesta alguna. Sólo piden que se respete el inc. 17 del art. 75 de la Constitución Nacional, el Convenio con la OIT 169, y la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas proclamados por las Naciones Unidas.

Sin embargo, toda acción de los pueblos indígenas es semejante al cuento del arbolito, que nunca logra plantarlo por la burocracia y la falta de voluntad política de los gobiernos de turno”.

¡Estamos convencidos que esto debe cambiar! Entre la bronca, la tristeza, el frío, pero con la certeza de que hay que seguir andando nomás… Volvimos a Nazaret, comimos a las 16.30 hs. los hermanos/as juntaron fuerzas, evaluaron la Cumbre y renovaron la decisión de seguir juntos para seguir luchando por sus derechos y para seguir ofreciendo a este país, pluricultural su sabiduría y su riqueza. En la Primavera, se volverán a juntar…

Los seguiremos acompañando

Un gesto que queremos rescatar, es el encuentro de Félix y otros hermanos de los pueblos originarios, con el Cardenal Mario Aurelio Poli el día jueves 4 de junio a las 10.30 hs., en la Curia Arquidiocesana de Bs. As. Estuvieron presentes Adolfo Pérez Esquivel y la Hna. Zulema Frank sfb, en nombre de CONFAR.

Como Junta Directiva se decidió recibirlos en Confar el día 12 de junio en nuestra primera reunión, y generar un espacio de confianza, de escucha; que sientan que los apoyamos, que los acompañamos en esta lucha. Lamentablemente esto no se pudo concretar porque Félix estaba enfermo. Se intentará recibirlos en otra oportunidad.

Esperamos que la conmemoración del Bicentenario de la Argentina sea una nueva oportunidad para el diálogo fecundo con los pueblos originarios y de una decidida acción política del Estado que favorezca la real implementación y aplicación de sus derechos. La presencia de los hermanos aborígenes en nuestro, su territorio e historia, que en ciertos momentos se quiso borrar o invisibilizar, nos recuerda que sin ellos no somos Argentina. Hoy sus reclamos y resistencia siguen de pie, sus voces no están extintas; y son voces que claman, lloran, ríen, cantan y que no podrán callar más.

Como Vida Religiosa estamos en “Camino donde la vida reclama”; deseamos de corazón, que no se “queden en nuestra puerta” sin ser escuchados.

Ponemos sus vidas y nuestras vidas en manos del Dios de la Vida.

Junta Nacional de Religiosos/as de Argentina

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