PEREGRINOS DE LA ESPERANZA
Jubileo 2025: Un Llamado a la Esperanza y la Solidaridad
70 años de la CONFAR
En el marco del Año Jubilar y de los 70 años de la CONFAR, congregados/as en
torno al lema “Vislumbrando horizontes de esperanza”, iniciamos nuestra XXVIII
Asamblea General con la alegría del reencuentro y la certeza de la belleza de la vida consagrada. En la apertura, la Junta Directiva nos compartió el Informe del Trienio 2022-2025, que nos permitió conocer, agradecer, maravillarnos y revalorizar el camino recorrido. Apreciamos el trabajo de los distintos equipos, espacios y comisiones por sus aportes y riquezas, por los logros y aprendizajes obtenidos.
Una rica experiencia ha sido el día de retiro en el Monasterio de las Hermanas
benedictinas, donde pudimos descansar el corazón, reflexionar y orar sobre el tema: “Peregrinos/as de la esperanza en clave de Sinodalidad”, recibiendo el valioso aporte del Cardenal Ángel Rossi SJ y el Hno. Fernando Kuhn CMF. La Eucaristía celebrada al final del día, compartida con las Hermanas benedictinas y con los Pastores que la presidieron, Mons. Héctor Luis Zordán MSSCC, Presidente de la Comisión Episcopal de Vida Consagrada (CEVICO) y Mons. Alejandro Musolino SDB, Obispo auxiliar de Córdoba, fue una expresión de la riqueza y diversidad de nuestros carismas.
Vislumbramos un amanecer en una nueva forma de ser profetas de la fraternidad en un mundo dividido, en medio de la dura realidad que vive tanta gente, renovando estructuras obsoletas cerradas a la novedad de Dios, dejándonos transformar por el Espíritu, recreando gestos concretos de sostenimiento de la vida en favor de los pobres y desvalidos de la sociedad. Experimentamos el llamado a la itinerancia y el desapego, a construir comunidades vivas, centradas en Jesús, que estimulan a abandonar el “yo” para abrazar un “nosotros”, descubriéndonos en un tú. Con una magnífica presentación realizada por la Hna. Cynthia Folquer OP, hicimos memoria agradecida del caminar histórico de la CONFAR en estos 70 años, donde hemos podido contemplar el actuar de Dios en tanta vida entregada por nuestros hermanos y hermanas que la presidieron y animaron. Contemplamos el progreso de la vida intercongregacional que ha brotado en esta tierra bendita y sigue brotando en nuestro peregrinar en la esperanza. La buena semilla que fue sembrada en esta historia y ha brindado tantos frutos de vida, nos mueve a caminar en la convicción de que “la esperanza no defrauda” (Rom 5, 5).
En preparación al discernimiento para la elección de la nueva Junta Directiva
Nacional, mirando nuestro contexto sociopolítico nacional y latinoamericano, nos
preguntamos sobre el perfil que deberían tener los miembros que la conformarían. Nos dispusimos a la escucha en diálogos fecundos y, finalmente, procedimos a las votaciones que culminaron en la elección de la nueva Junta Directiva, pasando así la antorcha que alumbra el andar de la vida religiosa en Argentina. Hemos compartido el pan del encuentro y hemos reconocido al Señor a nuestro lado, caminando nuestra historia, explicándonos las Escrituras y haciendo arder nuestro corazón. Animados y fortalecidos, alegres y esperanzados, sentimos que los tiempos actuales nos impulsan a nacer de nuevo, a ir a Galilea, a echar las redes una vez más, creyendo firmemente que la “Vida venció a la muerte” y que “nada nos puede separar del amor de Cristo” (cf Rom 8,39).
Es la hora de una entrega generosa de la vida, sin reservas, sin medias tintas,
donando nuestra luz a la gente, especialmente a los pobres y abandonados,
alimentando nuestras lámparas en el fuego del amor humano y divino del Corazón de Cristo.
Como escribía don Pedro Casaldáliga: “Es tarde, pero es nuestra hora. Es tarde, pero es todo el tiempo que tenemos a mano para hacer futuro. Es tarde, pero somos nosotros esta hora tardía. Es tarde, pero es madrugada si insistimos un poco.”
Como vida consagrada en Argentina, guiados por el Espíritu, nos unimos en este
tiempo jubilar para buscar los caminos nuevos que la urgencia y la gravedad del
momento nos reclaman, respondiendo al llamado de ser “centinelas de esperanza” en un mundo fragmentado y herido que necesita de nuestra presencia y compromiso.
Junta Directiva Nacional
Casa Franciscana de San Antonio de Arredondo, Córdoba
3 de abril de 2025