Desde JPIC, CONFAR, ofrecemos un recurso para unirnos en oración por todo lo que va emergiendo sobre el tema de abuso en la Iglesia. La cumbre nos llama a la conversión fruto de reconocer el pecado, consolar a las víctimas y acompañar la búsqueda de justicia.
- Momento de silencio para centrarnos en Dios, vaciarnos de aquello que nos habita y darle lugar al Misterio dentro nuestro. Respiramos y exhalamos mientras en nuestro interior repetimos una mantra como por ejemplo Maranatha, Ven Jesús, Mi Dios y mi todo u otra. (3 minutos)
- Proclamación del Evangelio: lo escuchamos una vez y guardamos silencio, dejando que resuene en nuestro interior.
- Lo vuelven a proclamar otra voz. Y volvemos a tomar 3 minutos de silencio.
Del santo Evangelio según Marcos 10,13-16
Le presentaban unos niños para que los tocara; pero los discípulos les reñían. Mas Jesús, al ver esto, se enfadó y les dijo: «Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el Reino de Dios. Yo os aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no entrará en él.» Y abrazaba a los niños, y los bendecía poniendo las manos sobre ellos. “El que haga caer a uno de estos pequeños que creen en mí, sería mejor para él que le ataran al cuello una gran piedra de moler y lo echaran al mar” Mc.9,42
- Repetimos en voz alta un Eco del Evangelio escuchado, una palabra del texto, un versículo. No comentamos, acogemos la palabra expresada.
- Cuando todas/os se expresaron se hace lectura de un texto del Papa Francisco
“Con vergüenza y arrepentimiento, como comunidad eclesial, asumimos que no supimos estar donde teníamos que estar, que no actuamos a tiempo reconociendo la magnitud y la gravedad del daño que se estaba causando en tantas vidas. Hemos descuidado y abandonado a los pequeños. Es imprescindible que como Iglesia podamos reconocer y condenar con dolor y vergüenza las atrocidades cometidas por personas consagradas, clérigos e incluso por todos aquellos que tenían la misión de velar y cuidar a los más vulnerables. Pidamos perdón por los pecados propios y ajenos. La conciencia de pecado nos ayuda a reconocer los errores, los delitos y las heridas generadas en el pasado y nos permite abrirnos y comprometernos más con el presente en un camino de renovada conversión.” Papa Francisco, Carta al Pueblo de Dios, Vaticano, 20 de agosto de 2018
- Intenciones espontáneas. A cada intención respondemos cantando: Piedad Señor pecamos contra Ti.
- Rezamos el Padre Nuestro
- Concluimos con la oración final.
ORACIÓN SENCILLA por las personas que han sufrido abuso sexual
PADRE SANTO,
que cuidas con amor solícito de tus hijos e hijas,
especialmente de los más pequeños y vulnerables,
te encomendamos las vidas de tantos niños, niñas y adultos vulnerables,
que han sido abusados sexualmente,
decepcionando su confianza y destruyendo su candor.
Ayúdanos a escuchar sus gritos de dolor
y a asumir la responsabilidad de tantas vidas destrozadas.
Que ellos y ellas puedan encontrar la comprensión y el apoyo
por parte de sus comunidades y de sus familias,
para que con la ayuda de tu gracia logren sanar sus heridas
y recuperar la paz. Que todos aquellos que han sido abusados
física, emocional y sexualmente por tus ministros
sean respetados y acompañados por medio de
gestos concretos de justicia y reparación para
que se sientan sanados con el bálsamo de tu compasión.
“Dejen que los niños vengan a mí”,
te pedimos que tu Iglesia sea un “Hogar Seguro”
donde se propicie el encuentro de todos los niños,
niñas y adultos vulnerables con tu Amado Hijo
Por Jesucristo Nuestro Señor, tu Hijo,
que compartió nuestras debilidades en todo menos en el pecado,
y vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén