Del 25 al 27 de agosto se realizó el Encuentro anual de Religiosos Hermanos en Córdoba, en la Casa San José de los Hermanos Maristas. Participaron 18 hermanos de diferentes congregaciones (maristas, concepcionistas, palotinos, lasallanos, verbitas, mercedarios y salesianos).
El encuentro tuvo un fuerte condimento de fraternidad, sencillez y cordialidad que permitió que podamos compartir la vida de discípulos y misioneros desde esta vocación religiosa.
La dinámica del encuentro invitaba a “poner un oído en el evangelio” con la invitación que nos hace los textos bíblicos de la Anunciación y el Magníficat y desde allí acercar “el otro oído al pueblo” para contemplar los clamores y anuncios de nuestro gente a partir de la riqueza de experiencias y miradas de los diferentes carismas y lo propio de la vocación del religioso hermano. Fue un momento compartido con mucha sencillez y fraternidad donde pudimos expresarnos y compartir cómo vamos caminando, qué cosas nos conmueven, qué desafíos se nos presentan… para que el centro sea la Persona de Jesús y su Palabra leída y orada desde la realidad como nos propone el Plan Trienal.
Compartimos también, iluminados por el Plan Trienal, nuestra raíz, es decir aquellas cosas que nos sostienen, rasgos de nuestras espiritualidades que son raíz de nuestra Vida Religiosa.
Pudimos evaluar y proyectar el próximo encuentro armando un pequeño equipo de animación y definiendo la temática: la ECLESIALIDAD (segundo eje plan trienal). La fecha será del 24 al 26 de agosto de 2018. Cerramos el encuentro celebrando alrededor de la mesa de la Eucaristía y un almuerzo fraterno.
Compartimos a continuación nuestro magníficat, fruto de la lectura de la Palabra leída y orada desde la realidad y desde nuestra realidad.
Mi alma canta el amor del Señor
Porque me impulsa a salir de prisa al encuentro de mis hermanos
Porque me ha hecho descubrir su amor incondicional
Porque siento la alegría de vivir amando y perdonando
Canta mi corazón la alegría del encuentro
Que nos impulsa a expresar tu presencia Señor
Gracias por las “casa de Isabel” que nos acogen
Que nos hacen reconocernos hermanos desde nuestra humanidad
“salir a acompañar dejando lo sabio atrás y recreándonos en el encuentro”
“Estar con vos en la medida de mi tiempo”
