Encuentro de la red Kawsay Noa

Del 16 al 18 de noviembre se realizó el II Encuentro Regional de la Red Kawsay Noa, en Jujuy. Participaron los equipos de las provincias de Salta Capital, Orán, Tucumán, Santiagos del Estero, La Rioja y Jujuy. De Patagonia participó la hermana Elizabeth Vicentín, quien compartió el deseo de su región por iniciar la red Kawsay, como expresión del compromiso con el clamor de numerosas ví­ctimas de trata.

La reflexión giro en torno a la migración como un derecho y una necesidad extrema, que padecen muchos hermanos nuestros a causa de las persecuciones y de la pobreza. Que se ven forzados a dejar su país, su familia y sus sueños, para buscar una mejor calidad de vida.

La trata de personas, como uno de los numerosos riesgos, a los que se ven expuestos mientras se trasladan de un lugar a otro. Los marcos legales para los inmigrantes en nuestro país y la trata de personas. Acompaño el espacio formativo  la Dra. Ana Gabriela Igarzabal.

También compartimos el camino recorrido como red y buscamos juntos los nuevos desafí­os para el año 2019, entre los que se enfatizaron, la necesidad de contar con espacios para la atención de la víctimas de trata de personas, aprovechar más los espacios culturales y recreativos para nuestras actividades con jóvenes y niños y elaborar subsidios que contengan aspectos espirituales, de prevención y cuidados de las personas.

Nos acompañó la hermana Marí­a Silvia Olivera, de la región Buenos Aires y miembro de la Comisión Trata CLAR, quien compartió sobre la red Kawsay en  Argentina y su vinculación con las redes del continente y con  Talitha Kum. También sobre el encuentro de Hermanas Católicas de EEUU, que trabajan contra la trata de personas.

En el transcurso del encuentro, recibimos los saludos de Mons. Cesar Daniel Fernandez, de la JD de Confar, de los Equipos de Animación del Noa, de Patagonia y Jujuy, quienes nos animaron a continuar con esta misión.

En un clima de fraternidad y cordialidad, experimentamos la riqueza de carismas de laicos y consagrados en la defensa de la vida y renovamos el compromiso, de seguir poniendo el corazón al lado de las víctimas de trata.

Como Marí­a en las bodas de Caná, queremos darnos cuenta del vino que falta, arrimar el hombro en lo que de nosotros dependa, teniendo en la Palabra de Jesús nuestra fuerza y nuestra luz. Esto fue Caná. Esta fue María.

 

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